Reflexiones...
Si miras el interior de una persona con Síndrome de Down, puede que te sorprendas de lo que encuentres dentro...
Eso es lo que nos pasa a todos los padres cuando recibimos el regalo de tener un
hijo o hija tan especial en casa, al principio solo vemos el envoltorio y nos
asustamos, claro... pero cuando abrimos ese regalo y vemos lo que hay dentro, se nos llena el alma de amor, con su sonrisa que todo lo
alumbra y un corazón gigante lleno de ternura que nos enseña cada día a
ser mejores.
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