Siempre que se lee algo bonito, o simplemente alguna expresión agradable y sincera sobre las mujeres, resulta que lo ha escrito un hombre y siempre con un matiz incorrecto, que a mi personalmente no me gusta, suelen ser irónicas y casi siempre perspicaces, en las que no ha faltado el humor.
Cada 8 de marzo, las frases al día de la mujer nos invaden y no faltan poemas y canciones que se reproducen hasta el cansancio, tarjetas, postales y mensajes y así ya llevamos un siglo de historia.
Después todo vuelve a lo mismo de siempre, mujeres trabajando y educando solas a sus hijos, mujeres luchando sin tregua, por salir adelante en una sociedad de hombres, mujeres trabajando en la casa de la mañana a la noche y sin derecho a nada que pueda garantizarle un futuro estable.
Para mi una celebración justa seria que las amas de casa tuvieran el reconocimiento económico que se merecen, que las madres a cargo de hijos especiales no estuvieran pendiente del político de turno que quiera o no quiera valorar esa dedicación, que se dejara de especular sobre la ley del aborto y que seamos las mujeres quien decidamos que hacer con nuestra vida y con nuestro cuerpo y que las mujeres puedan abrirse paso en el sistema laboral con las mismas condiciones que los hombre... entonces podríamos hablar de celebraciones.
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